lunes, 5 de noviembre de 2012

ASÍ PODRÍAN QUEDAR LAS ELECCIONES EN LOS ESTADOS UNIDOS.

Mañana martes 7 de Noviembre Estados Unidos elige a su conductor.

Las elecciones presidenciales de este año podrían llegan a definirse en un escenario –raro, pero con antecedentes incluso recientes– en el que quien surja elegido no sea quien haya obtenido la mayor cantidad de votos individuales, o "votos populares". Sucede que, tal como está diseñado, el sistema electoral estadounidense le da un rol fundamental a los distintos estados de la unión en los comicios presidenciales. Este  martes 7, los estadounidenses no votarán directamente a los candidatos a la presidencia sino que votan electores. Si bien el sistema de colegio electoral no es algo inusual en el mundo, en los EEUU se combina con otra característica que lo hace particular: el partido que obtiene la mayor cantidad de votos se queda con todos los electores asignados a ese estado.
La cantidad de electores que corresponde a cada estado surge de la suma de legisladores que ese estado tiene en el Capitolio, es decir, en la Cámara de Representantes, donde la cantidad es proporcional a la población que hay en cada estado, y en el Senado, donde hay dos senadores por cada uno de los 50 estados, más allá de su población.
La razón para incluir a los senadores, explicó Thomas Neale, especialista del Servicio de Investigaciones del Congreso, surge del compromiso de la Convención de Filadelfia (la convención constitucional estadounidense, que redactó en 1787 la carta magna de ese país) de dar a los estados –a los menos poblados– un pequeña "ventaja" sobre los más poblados.
Existen dos excepciones a la regla: los 4 votos electorales de Maine y los 5 de Nebraska se asignan por el "método de distrito congresional": se dividen entre los distritos que tienen representación en la Cámara de Representantes mientras que los otros dos electores (los correspondientes al Senado) se asignan al partido que obtenga la mayor cantidad de votos en todo el estado.
Dos ejemplos pueden ilustrar mejor cómo funciona el sistema. California, el estado más poblado de los EEUU, cuenta con 55 votos electorales porque tiene 53 legisladores en la Cámara de Representantes y dos senadores. En el otro extremo, los estados menos poblados del país -Wyoming, Alaska, Delaware, Vermont, Montana y las Dakotas (del Norte y del Sur)- sólo tienen tres votos electorales (un representante y dos senadores). Si bien no es un estado, la capital, Washington DC, también tiene tres votos en virtud de una enmienda constitucional.
Este tipo de voto no directo puede causar algunas distorsiones: California, por ejemplo, es un estado de tradición demócrata; en 2008, frente a los poco más de 6,5 millones de votos de Obama, el Partido Republicano obtuvo 4 millones. Sin embargo, esa gran cantidad de votantes republicanos no obtuvo representación en el colegio electoral porque la totalidad de los votos electorales se asignan al ganador. Algo parecido le sucede a los votantes demócratas de Texas, el segundo estado más poblado, que asigna 34 electores, y donde tradicionalmente se imponen los republicanos. Una vez realizados los comicios, los 538 electores del colegio electoral son quienes eligen al presidente.
A pesar de su complejidad, el sistema ha funcionado y en 47 de 51 elecciones el candidato que más votos populares obtuvo fue también quien se alzó con la mayor cantidad de votos electorales. En unas elecciones tan reñidas y ante un posible escenario en el que un candidato obtenga la mayor cantidad de votos electorales pero no la mayoría de los votos populares, los analistas han comenzado a poner la mirada en esas las excepciones.
El antecedente más reciente es el del 2000, cuando el entonces vicepresidente Al Gore perdió frente a George Bush aun cuando obtuvo más votos populares en total, pero menos votos electorales, más allá de la disputa que hubo en torno a las irregularidades en los comicios enFlorida.
Más atrás en la historia, en 1876 no fue la primera vez que algo así ocurrió, pero sí, tal vez, la más trascendente. Tras unos disputados comicios que enfrentaron al republicano Rutherford Bitchard Hayes, de Ohio, con el demócrata Samuel Jones Tilden, de Nueva York, los Estados Unidos estuvieron al borde de una nueva guerra civil. Tilden obtuvo entonces más votos populares, pero los resultados en tres estados del sur -Florida, Luisiana y Carolina del Sur-, donde ambos partidos se atribuían la victoria, llevaron a una crisis que debió saldarse con la creación de una comisión integrada por cinco senadores, cinco diputados y cinco jueces de la Corte Suprema. Finalmente, la comisión le dio la victoria al general de la Guerra Civil Hayes.
A cambio, los republicanos retiraron las tropas federales que ocupaban los estados del sur. Antes, en 1824, como ninguno de los candidatos había obtenido la cantidad de votos electorales para consagrarse presidente, la decision quedó en manos de la Cámara de Representantes, tal como lo prevé la Consitutición de los EEUU, que eligió a John Quincy Adams como presidente. Por ultimo, en 1888, si bien el demócrata Grover Cleveland obtuvo más votos populares, el republicanoBenjamin Harrison se convirtió en presidente al obtener la mayoría en el colegio electoral.

Fuente: Desde Estados Unidos, David Germán Vera para http://www.soypartedevalcheta.com/

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