DEBATE PRESIDENCIAL.

El Gobernador Romney tuvo un muy buen debate.

En la víspera del primer debate presidencial del jueves, la mayoría de las personas en los Estados Unidos estaban convencidas de que el presidente Obama iba a arrasar. Decían también que si Mitt Romney esperaba cambiar el rumbo de la campaña y tener una oportunidad de ganar la Casa Blanca, él tenía que ganar sin duda alguna. 

El gobernador Romney tuvo un muy buen debate. Ganó en estilo sin lugar a dudas. Ganó en agresividad sin lugar a dudas. Y ganó el juego de las expectativas porque eran en realidad muy bajas para él. Pero falló en ofrecer sustancia, falló en convencer a la clase media que lucharía por ellos, falló en convencer a los latinos y a las mujeres de lo mismo.

Yo estuve haciendo comentarios y análisis la noche del debate en CNN en Español y lo interesante fue que al final del debate, el consenso de los analistas era que Romney había ganado. Pero los latinos que sintonizaron el debate pensaron que fue el presidente Obama quien fue contundente y quien ganó, por un margen de 2 a 1. 

También, viendo las reacciones inmediatas de las mujeres que estaban viendo el debate, vimos reacciones muy positivas siempre que el presidente Obama explicaba sus posturas sobre la educación, el Seguro Social y el Medicare. Y por otro lado, vimos reacciones negativas cuando Romney hablaba sobre la necesidad de cambiar el Medicare para las personas de menos de 50 años y sus planes acerca de la educación. La buena noticia para el presidente Obama es que las deficiencias de Romney con los latinos y las mujeres no se arreglarán con solo una noche de buena presentación. 

¿Que le pasó al presidente?, me preguntan muchos. Hay que tener en cuenta que Romney se puede dar el lujo de hacer campaña 24 horas al día. Ese es su único trabajo. El presidente Obama es presidente y tiene que dirigir la nación. Tuvo mucho menos tiempo para dedicarle a la preparación para el debate y la última vez que tuvo un debate similar fue hace cuatro años. Romney tuvo 20 debates este mismo año y se notó que estaba mucho mejor preparado que el presidente Obama.

Además, el presidente no tomó ventaja de muchas oportunidades durante el debate. Nunca mencionó el gran error de Romney al menospreciar a casi la mitad de la nación durante el video grabado en secreto, cuando dijo que 47% de las personas en los Estados Unidos dependen del gobierno y no toman responsabilidad por sus vidas. Este comentario le ha hecho mucho daño a Romney, quien ya tiene problemas convenciéndonos de que entiende los problemas de la clase media. Este video confirmó para muchos que Romney no sólo no nos entiende sino que nos desprecia. El presidente Obama nunca mencionó tal comentario.

Romney también mintió totalmente durante el debate pero el presidente Obama nunca lo confrontó para corregirlo. Cuando Romney dijo que Obama había sacado $716 mil millones del programa de Medicare y disminuyó los beneficios (que no es cierto y muchas personan que verifican los comentarios de los candidatos han dicho enfáticamente que esto es una mentira de la campaña de Romney), el presidente no lo corrigió.

Cuando Romney negó que su plan económico costaría $5 millones de millones y le brindaría grandes recortes de impuestos a los más ricos mientras la clase media sufriría recortes a programas de los cuales dependen, Obama lo cuestionó, pero no lo suficiente. 

En fin, para mi los más importante – y para la mayoría de los votantes preocupados por nuestros futuros – fue que durante el debate vi al presidente Obama como un candidato que lucharía por expandir los éxitos y las oportunidades para los latinos, las mujeres y la clase media, comparado con otro candidato – Mitt Romney – quien no tiene nada específicamente para ofrecer sino mentiras, retórica usada, y un plan económico fracasado. Acordémonos de los años de Bush, esas serían las mismas políticas de Romney. 

Me encantó como el presidente se fijaba en la cámara hablándole directamente a los estadounidenses sobre cómo lucharía por ellos. Pero la próxima vez, el presidente tiene que ser más agresivo, tener una presencia más firme y demostrar su autoridad en los asuntos y en desempeñar el cargo que tiene y que desea tener por cuatro años más. 

¿Cambiará este primer debate el rumbo de la campaña? Dudoso, pero lo que si asegura, lo cual es algo positivo para los Demócratas, es que ya no estaremos demasiados confiados, y nos aseguraremos de ir a votar y de movilizar nuestra comunidad para hacer lo mismo. De los contrario, no veremos a este presidente re-elegido. Igual que antes del debate, la elección esta en nuestras manos. 

Fuente: David Germán Vera para http://www.soypartedevalcheta.com/